La representación mental que tenía de mi cuerpo era distorsionada, venía de la frase que por décadas escuché a mí mamá decirme: “Hija, cuando naciste el doctor dijo que tú eras una persona que tendría que cuidar mucho lo que come porque tenías la tendencia a engordar fácilmente”. Sentencia que por supuesto creí e hice mía a pesar de que mi cuerpo durante mi niñez y primeros años de adolescencia nunca me dio indicios de ello. Siempre fui una niña delgada, que disfrutó siempre hacer deporte. Nunca lo hice con la idea de adelgazar o para no engordar sino porque era algo que se me daba con facilidad hacer y nunca fui gorda. Fue en mi adolescencia cuando mi mamá aumentó la frecuencia con la que me lo decía. Hoy con otra consciencia, entiendo su acción como un gesto de cuidado y amor hacía mí, pero en esa época no lo interprete ni lo sentí así. Yo percibía el comentario de mi mamá como una crítica y/o rechazo hacía mi cuerpo.
Recuerdo perfectamente que batallé por décadas con la forma y la talla de mi cuerpo. Cuando miro mis fotografías de esa época, me veo como una mujer delgada, con bonita figura, pero yo me sentía fea y gorda. Actualmente tengo 64 años, y puedo darme cuenta de que después de tanto pelear con mi peso, finalmente estoy en paz con mi cuerpo ¿Qué pasó que finalmente sin hacer nada extraordinario mi figura está recuperando su estado natural, la delgadez? ¿Qué cambió en mí? Quiero ampliarte acá la información de lo que hasta el momento me he podido dar cuenta porque estoy intuyendo que puede serte útil esta información.
- Ahora cuido mi cuerpo desde el amor, y no desde el rechazo y la exigencia.
- Aprendí a identificar mis fortalezas y pensamientos negativos sobre mi cuerpo.
- Identifique mis miedos. Me trato con más amor, respeto y compasión.
- Me doy permiso de comer lo que me gusta o mi cuerpo necesita sin excesos y sin sentir culpa.
- Escucho con más claridad las necesidades o límites de mi cuerpo, tanto para el descanso como para la comida, la distracción u ocio y para ejercitarme. Siempre me ha gustado hacer ejercicio, durante las últimas dos semanas, me ha llamado la atención que he estado haciendo más ejercicio cardiovascular que anaeróbico, ambos ejercicios me gustan, pero cuando intento hacer pesas me mareo o me da nauseas, entonces paro y digo: por hoy no corresponde hacerlo, eso me da paz y mi cuerpo se estabiliza inmediatamente. Al día siguiente vuelvo a hacer el intento, y aunque por el momento mi cuerpo dice no, vuelvo cada día a intentarlo porque no estoy percibiendo esta etapa como sabotaje porque hacer ejercicio es algo que toda mi vida he disfrutado mucho. Estoy sencillamente aceptando que mi cuerpo necesito variarlo.
- Compré un paquete de 10 terapias o sesiones en una cámara hiperbárica, la cual brinda varios beneficios, uno de ellos es ayudar en los procesos de desinflamación.
- Implemente en el mes de julio el consumo de probióticos naturales: Kombucha. Jamaica fermentada. Kéfir. Sauekrout o repollo fermentado. Ghee o mantequilla clarificada, es un buen laxante: lubrica el tracto digestivo y estimula la salida de bilis, por lo tanto, favorece el tránsito intestinal y la eliminación de toxinas. Green Blend, es una mezcla de siete súper alimentos que ayudan a promover el metabolismo saludable: espirulina, alcachofa, moringa, Noni, alfalfa, nopal, té verde. Inmune Blend, es otra mezcla de súper alimentos y especias saludables. Excelente complemento para aumentar vitalidad, proteína, sistema de defensas, y aumentar la sensación de saciedad.
Te invito a que estés pendiente de la publicación del podcast en el que converse con María Elena Durini, sobre la importancia del cuidado de nuestro microbiota: bucal, ocular, estomacal e intestinal, urogenital, piel. Esa información puede aumentar la consciencia que tengas sobre cómo relacionarte con tu cuerpo y sus funciones de una manera más amorosa.
Como podrás darte cuenta, cada pequeño cambio suma, y finalmente sucedió. Estoy recuperando mi delgadez.
Carolina Alcázar
