Lo que no pasa en tu mente, no pasa en tu vida

La importancia del vocabulario que utilizamos cuando pensamos o nos expresamos verbalmente, es algo a lo que hay ponerle mucha atención.  Quede cautivada cuando escuche por primera vez decir a un expositor: “La calidad de escucha, empieza poniendo atención a la forma en que te expresas”.   Escuchar, era algo que asumí se hacía únicamente cuando alguien hablaba, no cuando yo pensaba o me comunicaba.  

Es necesario poner atención en lo que decimos cuando hablamos o pensamos. 

¿Qué estamos diciendo cuando estamos hablando? Cada problema, situación o crisis que nos surge en el día a día, es la energía extra que nos da la Vida para crear, lo que con nuestra energía solamente, jamás podríamos crear, es decir, nuestro vocabulario en sí crea riqueza o pobreza, ambos estados están en nuestra mente, pero no es únicamente desde la mente desde donde estamos creando, lo hacemos también desde el vocabulario y el lenguaje aplicado.  

La pobreza se ha metido en nuestras conversaciones. 

Acá expongo algunos ejemplos de las expresiones que forman parte del vocabulario de muchas personas: 

  • “Lo haremos poco a poco”.  La palabra poco significa limitado, escaso.  Es mejor decir: Lo haremos paso a paso.  Es más edificante, construye una imagen de mayor fuerza, de mayor energía. 
  • “Necesito”.   La palabra necesidad está asociada a la carencia, la pobreza y la miseria. La propuesta es cambiarla por: Quiero tal cosa…, o voy a mejorar tal situación.   Pero toma nota, no todo se reduce a decir las cosas bien. También hay que hacer lo necesario para poder darle lugar a lo que estamos nombrando (cuánto quieres, de donde quieres que venga, cada cuánto, en dónde, etc.) este tipo de cosas es poner atención en lo que se dice cuando se habla. 
  • “Voy a tratar”. Tratar es intentar.  Alguien decía: Ya basta de tratadistas. Es mejor decir lo haré, lo estoy haciendo, lo voy a hacer, eso hago. Y si no deseas hacerlo simplemente di: no lo haré, no voy a hacerlo, o no quiero hacerlo. No pruebes suerte, hazlo con la intención con la intención con la que realmente quieres hacerlo, o mejor di de una vez no quiero, el mundo no se viene abajo con tu no. Cada vez que dices voy a intentar, recuerda que tu mente miente y que es negociadora, nunca vas a salir a favor. A la mente solo sale órdenes, la mente obedece. Te lo apuesto. 
  • “Vale la pena”.  Pena es tristeza, dolor, aflicción, pesar.  Lo que vas a hacer no vale la pena. Vale el esfuerzo, vale la alegría, vale el resultado. 

Una palabra es un pensamiento hablado.

Una palabra es un pensamiento en silencio.  Hay que prestar atención a las palabras. Las palabras tienen poder, crean ideas, imágenes, pensamientos y sensaciones. Amplifican lo que somos. Crean cuadros mentales. Tienden a acentuar nuestros sentimientos más básicos. Obsérvalas. ¿Vienen de tu escasez o de tu abundancia? 

Dice el dicho popular: “Piensa antes de hablar”.  

En realidad, nadie puede hablar sin antes pensar. Cuando alguien dice algo sin pensarlo, en realidad lo pensó sin darse cuenta. Y ese pensarlo, ni siquiera lo pensó porque lo inconsciente sale a la luz cuando hablamos sin estar pensando conscientemente lo que queremos decir. Es un proceso que ocurre desde el preconsciente y que pasa inadvertido en automático.  Incluso no podemos decir que algo es consciente, todo es subconsciente.  Del mismo modo que nadie puede dar lo que no tiene, nadie puede expresar lo que no piensa, lo que no vive dentro de la misma persona.  Incluso el acto de mentir exige un nivel de pensamiento increíble y de una habilidad de atención, de capacidad de pensamiento, incluso de aprender a manejar diferentes modelos de pensamiento al mismo tiempo. 

Para ir cerrando, recordemos que las palabras tienen poder.  Cuando las palabras son escuchadas tanto por el que las escucha como el que las pronuncia, las convierte en imágenes.  Cada palabra la hemos asociado a una imagen.  Por ejemplo: cuando tú escuchas la palabra avión, lo más probable es que en tu mente veas la imagen de un avión que va volando o que está estacionado en el aeropuerto.  Cuando escuchas la palabra manzana, ves una en tu mente.  Las palabras crean imágenes, figuras mentales. 

En el libro de Proverbios escrito por el Rey Salomón dice: 

En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.  Proverbios 18:21

El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. Proverbios 13:3

Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente si cierra la boca. Proverbios 17:28

¿Cuáles son las palabras que usas cuando te comunicas?  ¿Son de abundancia o de escasez?

Las palabras que usas con frecuencia son semillas.  Si son de abundancia, ¿qué crees que va a florecer? Y si son de pobreza, ¿qué crees que florecerá?  Por ejemplo: “Ojalá”, “Vamos a ver”, “Hay que probar suerte”, “Dios lo quiera”, etc. Recordemos algo, de la abundancia del corazón habla la boca. 

Recuerda poner atención a lo que estás diciendo cuando estás hablando.  La palabra crea realidad.

Carolina Alcázar   

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