En el blog anterior compartí contigo la mirada amorosa de Anita Moorjani respecto al espacio desde donde ella propone es ideal que inicien nuestros objetivos o metas. En esta oportunidad quiero invitarte a que te plantees algunas preguntas para conocer más a profundidad sobre la importancia que tiene o no para ti el tener o fijarte metas. Por favor se brutalmente honesta y honesto con tus respuestas.
La primera pregunta que te pido te plantees es vital la respuesta que te darás: ¿Esa meta que deseas alcanzar es tuya o es idea de alguien más? Si no deseas hacerlo por ti o para ti, ni lo intentes, no tiene sentido. Tu felicidad y satisfacción no viene de hacer felices a otros, viene de conocerte, de amarte, respetarte y aceptarte total y profundamente a ti misma. ¿Cuánto conoces del tema? Lo que sea que desees modificar o conseguir será más fácil que lo consigas si tienes la información básica para no salir huyendo y digas: Yo no sabía lo difícil que eso era. ¿Tienes idea de cuáles son los pasos por dar para lograrla y el tiempo que te tomará? ¿Tomas en cuenta los errores que debes evitar? ¿Qué deseas obtener con esa meta? ¿Quién deseas ser cuando la consigas?
Los expertos en la materia opinan que las personas que se comprometen a lograr un objetivo en un tiempo determinado deben poder anticiparse y medir si su meta será a corto, mediano o a largo plazo, esta información de alguna manera facilita la consecución y disminuye la frustración. En los cambios o mejoras que te propones llevar a cabo, toma en cuenta que cada persona tiene formas individuales de alcanzarlas y lo que funciona para unos puede no funcionar para otros. Otro factor para tomar en cuenta es el tiempo específico en que deseas lograrlo. Si es a corto plazo estamos hablando de una semana o un mes. Este tipo de objetivos están constituidos por pequeños pasos que conducen a metas medianas o más grandes. Las de mediano plazo pueden tomar de 6 a 9 meses, y las metas de largo plazo pueden alcanzarse entre los 12, 18 o 24 meses siguientes. Todo dependerá específicamente de tu objetivo.
Si deseas alcanzar tus objetivos, evita cometer los siguientes errores, suelen ser los más comunes:
Esperar resultados rápidos. Ten paciencia cuando se trata de perseverar y trabajar hacia tus metas. Como reza el refrán: No por mucho madrugar amanece más temprano. No comas ansías, crea una lista de tareas y prioriza empezar por las más difíciles. Concentra tu mente en una única cosa. Pon fecha límite para tus tareas. Planifica el día siguiente. Ante posibles distractores pregúntate ¿esto que deseo hacer me acerca o me aleja de mi meta?
Renunciar a tu meta ante un fracaso. Incluir la posibilidad de tener fallos, fracasos o errores es parte de nuestro aprendizaje y desarrollo ya que nos permite intentar una y otra vez el conseguirlo y como dice el refrán: La práctica hace al maestro. Como bien dijo Michael Jordan: “El fracaso no es más que una parte del camino hacia el éxito”. Ten presente que eres el único que tiene el poder de elegir el impacto que deseas que tengan esos fallos en tu vida. Puedes optar ver tus errores como una señal de renuncia, o bien puedes elegir levantarte y empezar de nuevo. Para aprender de nuestros errores sirve plantearse algunas preguntas: ¿Cuál fue la razón de mi fracaso? Recuerda no es culpando a otros donde encontraras el aprendizaje. Se honesta y asume la parte que a ti te corresponde. Otra pregunta de la que puedes aprender mucho de ti es ¿En qué o quién deseo convertirme al alcanzar esa meta? ¿Qué tan comprometido estaba a lograrla? ¿Qué aprendí de este error o fallo? No hay evolución si antes no hubo aprendizaje.
No tener un plan de acción en el que estimes lo inesperado. Cuando no estás preparado para lo inesperado y sucede, dejas que esos eventos te abrumen hasta el punto en que terminas tirando la toalla. Las siguientes sugerencias podrían ayudarte: Ten un plan B en caso lo necesites. Ante lo inesperado cuestiónate: ¿Qué me está mostrando este obstáculo? ¿Qué pasos puedo poner en acción en este momento para poder superarlo? Revisa en qué pudiste haber fallado, pero por favor no te rindas. Comprométete a seguir avanzando hacia tus metas y sortea los obstáculos. Aprende de ellos, recuerda sin aprendizaje no hay evolución.
Aburrirte de la rutina diaria. Para conseguir lo que quieres en la vida tienes que experimentar y comenzar a hacer algunas o muchas cosas de manera diferente, tales como: Crear nuevos hábitos, tener nuevas ideas y nuevos comportamientos, hacerlo implicara salir de tu zona de confort, pero es el precio que tienes que pagar ante los procesos de cambio. La mente necesita moverse en zonas en las que se sienta familiarizada porque eso le da sensación de tener el control. Entonces estate atento a no caer en la rutina. La rutina es una serie de costumbres y hábitos que se repiten continuamente a lo largo del tiempo y cuya consecución se lleva a cabo a menudo de forma automática. Adaptarte a los cambios suele no lograrse de la noche a la mañana, pero con entrenamiento y práctica lo conseguirás.
No ser capaz de visualizar lo que es posible. La mejor manera de aumentar las posibilidades de lograr tus metas y sueños es la visualización de ti habiendo ya alcanzado tus metas. Piensa, habla, actúa y siente como lo harías en el momento en que estés celebrando que ya alcanzaste tu objetivo. A los que dicen: le juro que yo no puedo imaginármelo, les digo, si puedes hacerlo. En que baso mi comentario, en que cuando estás imaginándote lo peor sobre algo o de alguien, tu cuerpo te hace experimentar sensaciones desagradables. Bueno, pues funciona de la misma forma con los pensamientos positivos a través de sensaciones agradables. Dibuja una sonrisa en tu rostro y visualízate celebrándolo. La mente no ve la diferencia entre algo que estás imaginando y un evento que es real.
Distraerte fácilmente con pensamientos de lo mal que pueden salir las cosas. Cuando pasas más tiempo del necesario concentrándote en lo que puede salir mal, no dejas espacio para dar lo mejor de ti. Pensar negativamente suele dar lugar a excusas como: “este no es el momento”, “no estoy lo suficientemente preparado” o “qué van a pensar de mí si fallo” Incluso puede que hagas tuyo aquel pensamiento que dice “muchos tuvieron la misma idea y fracasaron”. El miedo y tus pensamientos derroteros te mueve lejos de tus objetivos. No aceptes las comodidades de la vida a corto plazo, porque te perderás de todos los beneficios que tienen la paciencia, la perseverancia y respeto a lo que tanto anhelas.
Carolina Alcázar
