Tribu de almas conscientes, en esta oportunidad quiero compartir con ustedes una oración que fui inspirada a hacer por mi hijo Luis Fernando, quien actualmente está viviendo un proceso de cáncer, en el que estamos siendo testigos del amor y la gracia infinita de Dios hacía él y hacía quienes le amamos.
Desde la experiencia que tuve en un encuentro personal cercano a la muerte, en 1995, y durante el proceso por el cual está atravesando mí hijo en este momento, me he podido dar cuenta, que, ante las crisis, el miedo, el dolor, o la amenaza de perder algo que consideramos querido y valioso, solemos acudir a Dios para pedirle lo que estamos considerando que necesitamos; asumiendo que Dios no sabe por lo que estamos atravesando. Y es precisamente en medio del caos y el dolor, donde tenemos la mayor oportunidad para dar gracias a Dios, por todo aquello, que, por años, hemos ya recibido de sus manos.
Esta oración, podría serte útil, si así lo consideras por supuesto, haciéndole únicamente una pequeña modificación, sustituyendo el nombre de mi hijo, y colocando el nombre de tu ser querido.
ORACIÓN:
- Señor, no encuentro mejor manera de amar a Luis Fernando, que reconociendo que su vida te pertenece. Dándote gracias porque él es parte de la mía, que, poniéndolo de nuevo en tus manos, en tu presencia y a tus pies.
- Gracias Señor, porque Luis Fernando, goza nuevamente de buena salud física, emocional y espiritual, porque vive en la abundancia de la paz y del amor, condiciones propias de los hijos de Dios. Porque Tú viniste para que tengamos vida, vida en abundancia.
- Gracias Señor, por darle a Luis Fernando, vida en abundancia y permitirle contagiar tu amor por donde él va.
- Gracias Señor, por permitirme pronunciar su nombre, Luis Fernando, y saber que él te da gracias en los momentos a solas contigo y el Espíritu Santo. Gracias, por permitirle tener siempre hambre y sed de ti, de tu justicia, de tus caminos, y guardar siempre tú palabra.
- Gracias Señor, por amarlo como lo amas, por protegerlo de la corrupción del mundo y porque su vida es un canto de alabanza en tú nombre.
- Gracias Señor, por haber puesto a Luis Fernando en mi vida. Gracias infinitas por todo el bien que recibo a través de él. Por todo el amor, la compañía, la alegría y la paz que he podido disfrutar a su lado.
- Gracias Señor, por todo lo que he aprendido a través de Luis Fernando, en los momentos difíciles. Ahora los agradezco, porque ahora veo claro, y sé que todo sucede para el bien de los que tú amas y tiene un propósito que es de amor.
- Gracias Señor, por haberme enseñado a través de tú palabra, que al que pide se le dará y al que busca encontrará.
- Gracias Señor, porque brillan en Luis Fernando, tu rostro, tu luz, tu paz, tu abundancia, tu serenidad, tu prosperidad, y el Espíritu Santo.
- Gracias Señor, porque Luis Fernando, se alegra en ti, porque canta jubiloso tu nombre y se llena del gozo que solo tú sabes dar.
- Gracias Señor, por sostener en tus manos la vida de Luis Fernando, y derramar en él tu bendición, y concederle todo lo que su corazón anhela.
- Gracias Señor, por permitirle a Luis Fernando, ser consciente de sus pensamientos negativos, esos pensamientos que están alejados de tu amor, por proteger y guiar sus pasos por el sendero de la vida, de la paz y el amor.
- Gracias Señor, porque nada ni nadie tiene el poder de quitarle a Luis Fernando, esa paz y serenidad que solo tú sabes dar. Esa paz que le permite despertarse cada día, y dormir cada noche, un dulce sueño en calma, que solo puede proceder de ti y del Espíritu Santo.
- Gracias Señor, porque Luis Fernando, no devuelve mal por mal, ni insulto por insulto, y porque su vida y sus palabras son siempre de gratitud y bendición.
- Gracias Señor, porque Luis Fernando, es consciente de todas las bendiciones que tú le has dado y porque por donde él va, se transforma en bendición para otros.
- Gracias Señor, por derramar sobre Luis Fernando, los dones del Espíritu Santo, por llenarle de amor, de paz, de paciencia consigo mismo y con los demás.
- Gracias Señor, por concederle a Luis Fernando, el don de la fidelidad hacía ti, hacía sí mismo, y hacía todos los valores que le hacen grande y libre, así como tú lo creaste.
- Gracias Señor, por concederle a Luis Fernando, la humildad para pedir consejo, para pedir y aceptar ayuda, para seguir aprendiendo de todos y de todo, con discernimiento, con esa inteligencia que solo tú sabes dar.
- Gracias Señor, por darle a Luis Fernando, humildad para no olvidarse de dónde viene ni a dónde va.
- Gracias Señor, por darle a Luis Fernando, el don del dominio de sí mismo, que le permite resistir a sus pensamientos negativos y dolorosos, y le permite resistir a las tentaciones de su propia condición humana.
Te agradezco nuevamente Padre, por hacer brillar tú luz sobre Luis Fernando, porque él recibe de ti, tu amor, todo lo que pide, lo encuentra en ti, todo lo que busca, y nunca se pierde en el mundo de las cosas y bienes aparentes, que prometen felicidad, pero no la dan.
Dios de toda bendición y todo consuelo, que tienes reservadas miles de bendiciones para cada uno de nosotros, bendiciones que exceden muchísimo más de lo que podemos siquiera pedir o pensar, te doy gracias porque sé que actúas y haces mucho más de lo que yo he sabido agradecer o pensar para Luis Fernando, por quien hoy elevo mis manos y mi corazón en oración llena de gratitud hacia ti.
En tu nombre y en tus manos Señor Jesús, pongo la vida y todo lo concerniente a Luis Fernando, y descanso en tú promesa, dándote infinitas gracias, porque sé que has escuchado mi oración.
A ti Señor, sea por siempre todo el honor y toda la gloria.
Por los siglos de los siglos. Amén.
Carolina Alcázar
